Esa
bruma de colores que rodea
la
feliz época de la infancia, es
la
basa de toda criatura, mojones
que
marcan el camino que bordea
la
vida de joven y mayor, aldea
donde
se alojan las palpitaciones
de
la ancianidad, acroteras, bordones
de
una vida de justicia e idea,
donde
la razón hace del amor
una
pasión con relación y reflexión
constante
por la vida y su gestión.
La
vida, espacios y tiempos, rumor
de
concurrencias de bella acción, con
fuerzas
centrífugas y centrípetas.
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Jcb