Cada
día es un carnaval, los sueños
acuden
al festín de colores, son
ofertas
de ilusión que gozan de blasón,
hechos
de ficción de los lugareños.
Son
proyectos de ilusión de norteños
y
sureños, juicios de valor, diapasón
cual
ábaco de razón con fijación,
por
enmascarada vida de moños.
Fronteras
del silente mundo interior,
quien
genera su quimera personal,
que
al despertar evapora adhesión.
Jamás
abolengos germinaron, inferior
acción,
la recreación fue condicional,
cual
humana quimera de ensoñación.
©
Jcb