Cae
agua con azote del viento,
nada
está quieto, dejo que el agua
inunde
mi cara, su frescor alivia
mis
sentidos, mis migrañas ablento.
El
agua relaja mi cara y cuerpo,
tomo
distancias y la noche oscura
se
ha echado encima, hoy la lengua
está
torpe, el ulular es atento.
Las
estrellas no brillan, no será fácil
coser
cuentos, ni bordar historias junto
al
fuego del hogar que seca nuestro
enjuto
cuerpo. La lluvia ata ágil
los
nudos de nuestros días, son el manto
de
sueños, amores, saberes de castro.
©
Jcb