Nada
del intelecto de la vida
humana
te puede ser ajeno, es
cierto
que ella está llena de luces
y
sombras, a estas debes poner veda.
Procura
que tu vida sea bordada
en
campos de batallas eficientes,
donde
las ballestas sean adobes
de
pedernal por la libertad ganada.
Los
extremos tienen atracción, pero
son
campos de expresión del ser, donde
hay
que armonizar sueño y realidad.
La
vida son espacios de fulgor, cuero
curtido
en caminos cuya linde
es
la igualdad como polos de unidad.
©
Jcb