Nada
soy, nada tengo, con la vida
puesta
llegué, ella me dejó lo que
tengo,
el pedregoso tránsito de
sus
añadiduras dan acogida.
Nada
es más cierto que la afluida
existencia
en finitud, abdique
que
seguro el cuerpo le acentúe;
linde
de realidad sin alfarda.
Capacidad,
conocimiento, valor,
razón,
reflexión y discernimiento,
desde
la ponderación, el saber ser.
En
sociedad, comunicar, ecuador
de
escucha en cultivo, acento
de
valores eternos por adsorber.
©
Jcb