Puesto
en el punto más elevado
del
contrafuerte marino, oteando
todo
su alrededor, abanderando
ausculta
en su medio abonado.
Espigón
su punto más alejado,
nada
le es ajeno, abortando
toda
acción extravagante, dando
opción
a su gran pecho abultado.
Abotinado,
dueño del litoral,
sus
pausados movimientos, son suaves,
monocordes,
con gallardía, de vigía.
Su
condición natural más ancestral,
vivir
sin más, retoza con sus breves
de
caza y vigilia que planea.
©
Jcb