Tu
inteligencia, tiene una razón de
obrar,
“frialdad”, moderación, afectos;
no
existe principio que sus actos
estén
lejos de templanza acorde.
La
sobriedad te hará ser alcaide
de
tu ser, el te surtirá abastos
de
armonía, con la que tus acentos
son
praxis de integridad que anide.
Tu
razón juicio en su cavilación,
el
valor de la reflexión, por merced
del
conocimiento en equilibrio.
Sólo
tu eres dueño de tu ser, su acción
pende
de tu dominio, de tu placed,
del
que tus valores éticos son río.
©
Jcb