Como
todo bicho vivo, hasta llegar
a
la vida adulta, es alegre,
febril,
su color pende de su sangre,
cual
su adultez, herencia de su abrigar.
Como todo lo viviente, su amainar,
Como todo lo viviente, su amainar,
está
sujeto al tiempo y sabia cofrade,
adulta
será cuando se consagre,
su
belleza le obligará a abnegar.
Alcanzará
el otoño de la vida,
sus
venas, color y tonos de su piel
cambiarán,
nueva vida gozará.
Se
arrugará con el viento de la vida,
aún
así dulzura dará cual cañamiel,
con
su mutación en estiércol devendrá.
©
Jcb