Mi
ánima es silente, expectante
en
todo instante por el ordenante,
de
la dura herida que sangrante,
produce
la carencia concordante.
Ausencia
de reflexión exponente
que
forje la utopía humanizante,
donde
la confraternización, ante
todo
sea progreso ilusionante.
Mi
ánima busca el encuentro de paz,
donde
los alojos de unidad, sea
crecimiento
de responsabilidad.
Helios
de razón con discernimiento
y
ponderación, fuego que posea
la
proeza de verdad en abundad.
©
Jcb