Cualquiera
que fuere tu tiempo/espacio,
morada
o habitación, procura
que
ella sea tu “choza”, hechura
de
honor y sabiduría como precio.
Espacio
donde habita tu recio
yo,
donde la decencia es cordura
de
toda acción, sin más atadura
que
el honor, vivir y ser con pasió.
No
atiendas palabras ni te fijes
en
aquellos que tienen por profesión,
la
política o los rezos, son pillos.
Cierto
que entre ellos hay gentes
de
valía, pero son los menos, los más
golfos,
vagos físicos y mentales.
©
Jcb