Que
tu acción se sustente en la razón,
la
reflexión y el discernimiento,
donde
la virtud sea el acento
de
tu obra, expresión de esa sazón.
Primero
tu propia persona, garzón
de
pasión, que sin olvidar tu acento,
primas
el amor y calor humano,
de
todo tiempo/lugar con corazón.
Cualquiera
que sea tu condición, pon
respeto
y máxima valoración,
tu
interlocutor, precisa tu ética.
La
moral sólo tiene validación,
la
prudencia, la integridad, la pasión,
la
dialéctica medida y critica.
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Jcb