I
La Mancha,
Piel roja de serpiente ondulante,
llanura sin mayor pendiente,
albergue sin mal cliente.
Sencillez sin reticencia,
llanura de corazón
Como sus tierras son
II
Sus plantas floridas
de variado color son:
El verde permanente
De tus viñedos,
verde y amarillentos girasoles
esparcida arboleda,
de escasos pinares.
Monte bajo de bajo montante.
También en tu otro extremo
algunos olivares.
El rojo de tus amapolas
en que el corazón implora
III
El agua
de tu subsuelo
la que gime y llora.
Por regar tu orografía,
incomprendida ella
por los ciegos de alma
que nacen cada día
IV
Tus diseminadas
casas de campo,
muestras de tiempo pesados,
pueblos en su mayoría.
Pobres, pequeños y alejados,
son muestras
se la explotación, saqueo
y abandono de la gente de obligación.
V
Esperamos que la
autonomía resucite algo
y, aunque no hay carácter
de esto,
es preciso tomarlo.
VI
Si el trabajo es riqueza,
ya sabemos donde ha ido.
Tus productos y tus gentes,
a otros pueblos que
aún no te han comprendido
y, hasta con desprecio
a tus hijos han recibido.
¿Motivos?
Fundamentales
jamás las han tenido.
Es y ha sido
el tiempo, la mentalidad,
costumbres y vida diferente.
Quienes los han dividido
y a su vez curtido.
También y en gran
grado
el político explotador
y “vivo”,
el de turno
y el de siempre
VII
Esperamos que con la
autonomía esto desaparezca
y quede en el olvido.
Que Madrid quede
en el mismo nido
de “Decreto” autonómico,
pero se olvide
de la vida que ha llevado.
VIII
Hablar de tus hombres, artesanos y artistas,
hombres de trabajo,
tierra y gallardía.
Son tus productos
los que tu misma
debes explotar.
No admitir políticos
extranjeros a ti misma,
que te vienen a explotar.
Tus industrias
deben ser
no el derecho y la escoria
que igual te vienen a minar.
Son tus propios
productos y riqueza, los que debes elaborar,
para hacer riqueza
y prosperar en comunidad.
IX
Tus tierras para labrar,
tus ingenios para literar e historiar,
tu llanura para soñar
y con el alma por ti volar.