Ayer siendo las horas veinte junto al café, poleo compré, también tarta de queso y galletitas sin grasa, sin aceite y sin acidez. Aquí quedo todo, esperando a la gente que por otra pendiente marchó, es algo corriente que le pasa a más de dos. Ahora el problema es la nevera pasará el tiempo, uno no es cualquiera, no es lo mismo uno que dos. Más aún, cuando a diario se pelea con el peso y el cinturón. Como siempre, dos no se pelean cuando uno dice no.