Nunca
olvidar que la naturaleza
tiene
su propio lenguaje, sus reglas
de
juego en tiempo y lugar, cuyas junglas
debes
observar sin más aspereza.
Transitar
conforme a toda presteza
te
asegura desentrañar las siglas
que
ordenan y fijan las falsas ringlas,
por
ser don de tu juicio y su certeza.
Regir
los hechos ceñidos al medio,
es
respetar la vida propia y ajena,
gustando
los deseos de su razón.
Vivir
la edad en el tiempo y sin tedio,
es
reflexión y esfuerzo que en almena
logra
el garante de verdad y razón.
©
Jcb