La
perfección es algo que debe ser
buscado
como elemento cardinal
de
nuestra justa conducta nominal,
a
fin de ser la verdad en el coser.
Saber
dirigirse es cosa neceser,
donde
se refugia la esencia ordinal
de
la criatura más longitudinal,
por
ser terrenal su coser/descoser.
Toda
nuestra conducta es notoriedad
del
ser que albergamos, cuyo prestigio
jugamos
según nos entendederas.
Actitud
y voluntad, son propiedad
de
nuestro yo, quien encierra vestigio
de
genes, razón y crianzas certeras.
©
Jcb