Manos
que arropan son valor de vida,
generan
con verdad la siembra humana,
donde
el honor constate es cotidiana
andadura
de exquisita acogida.
Toda
excelente afección es servida
a
la existencia, por ser la besana
quien
marca el ser y estar de la mañana,
gozos
de tiempo en estancia atrevida.
Todo
aposento precisa aceptación,
recepción,
reciprocidad que acuña
voluntad
y mutua correspondencia.
Recíproco
conocimiento es razón
que
construye la humanidad que empuña
verdad
y abastece la contingencia.
©
Jcb