Henos
aquí, tu hombre y yo mujer,
conocidos
al tiempo que ajenos
y
desconocidos, zafando truenos
por
la exclusiva razón de tejer,
por
superior gracia de entretejer
juntos,
la bella prudencia de vernos
desde
la pluralidad; cual helenos
ganar
la unidad de ser sin destejer.
Juntos
con inteligencia, razón de
ser,
amasar sólidas fortunas de
honor,
donde el hacer sea amor
a
la belleza, cual sublime balde
de
silenciosa armonía, quien solde
voluntad
de unidad de ser sin rubor.
©
Jcb