I
La
mentira arrastra la tormenta,
cuelga
en el rostro del mentiroso
la
etiqueta de infierno ansioso,
sin
fatiga ni brasas alimenta
toda
esclavitud, con vestimenta
anda
sin sufrimiento temeroso,
ve
la ciénaga de su afrentoso
hacer
y las brasas que apacienta.
La
mentira es maldad en estado
puro,
cuyo titular la pinta con
colores
oscuros, más es miseria
humana,
teniendo por ahorcado
a
su ilustrado mantenedor, balcón
de
ecos con queja y cicatería.
II
La
mentira es el bucle irracional
del
desleal, así, el mentiroso
crea
su propia madeja de oso
del
que no sabe escapar, diagonal
travesía
que con brebaje funcional,
fundamenta
su hacer caprichoso,
para
salvar su anhelo más ansioso,
grabado
en criptograma convencional.
Con
su hacer zahorí, buscará la
flama
de su incívico discurrir, tras
chascosa
perorata de tupido
y
triste velo, cuyo drama cala
el
cielo por su anhelo, con esas costras
que
crea la muerte que niega vida.
©
Jcb