Bailemos
con las ideas, que el viento
las
esparza por todos los rincones,
ocupemos
los espacios mayores
y
gocemos con razón del contento.
El
deseo es razonamiento, momento
del
pensamiento con las variaciones,
oportunas
por razón de las explosiones
que
generan las obras en perfecto.
Es
el estado de la razón, fuerza
de
emociones que logra la concordia
de
las obligaciones y la reflexión.
Todo
acto exige perfección, obra
el
hecho del momento, cuya abadía
debe
ir de la mano de la creación.
©
Jcb