Las
flores del valle presentan colores
y
olores singulares, su fragilidad
es
propiedad de su vida y bondad,
su
enclenque salud son los primores
de
su balsámica fragancia, amores
que
despiertan sus efluvios, unidad
en
libertad de las boyas, cual debilidad
de
su esencia frente a sus amantes.
Los
aromas de la vida, son astillas
que
brillan por su propia agregación,
percepción
de libres vivencias aladas.
Acuñación
de certezas y apostillas
soñadas,
con mochila y oloración
personal
de las emanaciones dadas.
©
Jcb