“Un
hermano puede no ser un amigo,
pero
un amigo será siempre un hermano”.
Benjamin
Fransklin
Firme
en su puesto de vigía, cuya
responsabilidad
es comprobación
de
palabra con verdad por adhesión,
toma
prueba de aquellos que intuya,
ganan
espacio cual armonía influya,
como
estancia de sincera reflexión,
belleza
de calidad por ensoñación,
donde
la fraternidad no diluya
el
pensamiento en la diversidad,
cual
promesa de acción es unidad,
de
ofrenda por honor a la razón.
Allí,
donde la palabra es beldad
como
decoro de caballerosidad,
es
homenaje a la cavilación.
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Jcb