A mi nieta Lluna
Desde
la fecundación, la germinación
empieza
su andadura, tras maduración,
no
sin abrigos, llega con floración,
la
criatura humana, pura creación.
Nace
indefensa, más su personación
es
grandeza de belleza y dotación
que
por naturaleza pide atención.
Instinto
de crianza goza de precisión.
Es
el tributo del tiempo al honor
de
quien la gestó, tal equipamiento
extiende
fusión de saber ancestral.
Tal
es la exactitud de la criatura
que
a todos exige entrenamiento,
amalgamada
de ciencia cultural.
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Jcb