Tu
libertad es tu razón, la causa de
tu
acción, el precio que deberás pagar,
en
muchos casos,
por
la indiferencia de los más.
Nada
te debe importar si tu bandera
es
tu libertad y su razón, tu reflexión y
el
ejercicio de tu libertad,
jamás
te debe amilanar.
Esos
infortunios pueden ser pasajeros,
no
así tu libertad, ella es eterna,
la
forja de tu grandeza.
La
perseverancia y sus razones, son los
cimientos
de tu vida, a su vez
contrafuertes
de tu libertad.
Te
encontrarás desprecios e intentos de
amilanamientos,
no los temas,
tu
fuerza es la firmeza de tu razón,
la
grandeza, tu reflexión,
bondad en acción.
©
Jcb