Alejado de reflexión el velo
ciega el paso de la prudencia, tanto
ciclo lunar pareciera que el canto
de los dioses es vuelo helado y lelo.
La cautela hace prueba del anzuelo,
que da fe del juicio en honor al manto
que extiendes a los sueños de amaranto
cuya flor carmesí es vida en anhelo.
Tus garfios deben ser vivencia y juicio,
medida de honores ajedrezados,
cuyas huellas son peldaños de sueños.
Tu cuello almidonado será vicio
de arrogantes alzacuellos alados
cuya ventana esta cegada en años.
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