A Luisa Miguel
Tu/mi
abrazo encierra y admite el afecto,
cuyo reconocimiento es contento
por la estancia y esperanza sin lamento,
quien diligencia todo encuentro adicto.
Dulce y de amable armonía, convicto
por acuerdo de voluntad y aliento
de vida afable, expresión del acento
de competencia y belleza en extracto.
Gestor de paz, hermanamiento y asiento
de equidad a dos, mínimo y preciso,
fomento hacedor del canto de vida.
Su cortesía es ceñido cemento
que fija y concede brillo conciso,
te toma, guarece y accede sin mida.
© Jcb