Mi tristeza no llena la mañana
su claridad no es crisol de amanecer,
la negritud eclipsa su acaecer,
no valora el hacer de vida arcana.
La noche sigue en la oscura besana
donde los sueños son luz de acontecer,
aduana y anhelos para no perecer,
quimeras del ser que la vida allana.
Las estrellas pueden brillar y rielar
en la oscuridad donde con emoción
toda luz es deseo para soñar.
Al fulgor del candil vimos parcelar
el caos, para cantar con ilusión,
donde mora el renacer sin desdeñar.
© Jcb