La
vida con su fija ceremonia,
cual
noria que no descansa, su canto
requiere
precisión y gran encanto,
donde
el listón es alto en armonía.
“Nada
te turbe...”, la filarmonía
te
demanda escucha sin desencanto,
así,
“...nada te espante...” el anacanto,
flota
y vive su gran hegemonía.
Busca
el encuentro y el diálogo vendrá
dado,
echa razón con humor, no agobies,
relaja,
aquieta vida sin ironía.
Gana
los vientos, vence la pereza,
busca
la vivencia y su luz de vida,
como
los viejos robles echa raíces.
Abre
las alas y alza el vuelo, haz
de
tu hegemonía una vida feliz.
©
Jcb