Alma
herida que busca sosiego,
le
aquieta la memoria quebrada,
que
por el aire enrarecido, perdida
tiene
la sonrisa, cuyas manos algo
buscan
en la distancia; del negro musgo
que
el tiempo ha quemado, ya nada
queda,
todo fue marchito por la vida
misma,
vacías las manos el amigo
también
quebró su vínculo, difusas
fueron
las acciones por sentimientos
vacíos,
marchitados igual que su frente.
El
paso de los años dieron hermosas
palabras
que generaron sonrisas, lazos
humanos,
que con sosiego vieron muerte.
©
Jcb