Como
flor de eterna emoción, nada
se
añada a la misma que no sea
la
ilusión que genera albacea,
razón
de la primavera florida;
juventud
de hojas maduras de vida,
que
crecen por las metas que gatea
desde
la amanecida azotea,
hasta
los pies por la mar germinada.
Florecida
causa que toma razón
en
emocionada pasión, con sueño
de
realidad que vive su reflexión.
Luz
ganada con huella de voz, ilusión
de
escarcha vencida con barreño,
quien
ciñe quimera por acuñación.
©
Jcb