Los
libros son esos trastos que siendo
“seres
vivos”, silenciosamente te
demandan
toda atención, justamente
como
actos de confesión, siendo todo
cuanto
son. Únicamente abriendo
sus
alas, se ponen en acción, patente
de
ser que apenas les miras, su frente
te
lanza la más bella canción, cuando
no
la mayor interrogación, en justa
relación
a su historia y razón.
Como
el mejor amigo, su argamasa,
pese
a tus abandonos, esta presta
a
soldar tu acción, obra revelación
al
instante que tus ojos le traspasa.
©
Jcb