martes, 17 de septiembre de 2013
De la utopía a la excelencia
Utopía, proyecto con apariencia irrealizable.
Excelencia, calidad, bondad, aprecio o estimación superior.
Desde la Utopía, siempre tendrás una meta que alcanzar.
Por la Excelencia, en todo momento debes tener algo que perfeccionar.
Tu que eres ciudadan@ de un mundo que deseas sea habitable:
que con tesón buscas la belleza;
que conciencia y nobleza no te faltan;
que no careces de integridad ni sueños;
que con pasión luchas por la superación personal y social de todos cuantos te rodean;
que cualquiera que sea tu edad y condición social, jamás pierdes la esperanza de un mundo solidario y ejemplar;
que por naturaleza te revelas contra las injusticias y los atropellos, cuales quiera que ellos sean, con independencia de sus orígenes;
que no te falta entrega ni idealismo, por ende extiendes tu amor, allí donde te haces presente;
que gozas de gran predisposición y capacidad creadora;
que por mor de tus capacidades, eres meritori@ de la autogestión;
que nada te impide levantar la vista y alzar, de inmediato, tu espíritu humano a las más altas cotas, cualquiera que sean los elementos que se te enfrentan;
que eres frágil al silencio y a la flor marchita;
que a cada cual le das conforme a sus méritos y sus necesidades;
que en todo momento buscas la dicha y la plenitud del “alma” de la persona;
que jamás renuncias a las más altas magistraturas de tu espíritu;
que como buscador/a de la justicia, ésta no existe cuando hay carencia de ética;
que como virtuos@, en ti no hay acción en la que la honorabilidad esté ausente.
Querid@ herman@, ciudadan@, del mundo, ¿por qué has abandonado la Utopía?, ¿por qué razón no buscas la Excelencia en todos tus actos?.
Ello no depende de credos ni de ninguna otra creación humana, exclusivamente están sujetas a tu razón y voluntad.
© Jcb, 07/2013