Cuando nace y cuando muere el amor,
no es cuestión de contaje, conocí tus
lados más oscuros, tus espíritus,
comportamientos duros, aguijador.
No quiero señalar acciones albor,
tus errores o los míos, demeritus
de ambos dos por falta de fervor, rictus
que nos llevó a no encontrar rededor.
Te acepté tal como eras, tus lados más
brillantes y los más ambiguos. Así
aún, no hice bien, no vi, no encontré la
reciprocidad que siempre tu afirmas,
las circunstancias hicieron carmesí.
Balance de amor con razón acalla.