Los desiertos asfixiantes exigen
sabiduría y tesón, erudición
para saber sortear la ebullición,
evitado actos opuestos que afligen.
Persistir en lo efímero da origen
a lo refractario, sin otra acepción
que su singular yo y, sin más oración
que la sinrazón e ideas que rigen.
Lo yermo es vacuidad, por tal incapaz
de florecer o aflorar verde o grises,
vivir con colores quiere afinidad.
Ahuyentar penas acota la paz,
ahora bien, ata cuanto precises,
nada te será dado con gratuidad.
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