La historia crea la acuñación del yo
lo que se distingue de ese aquel otro
yo que se opone o complementa a esotro,
cuyo yo también lucha en ser otro yo.
Soy en el tiempo y el espacio y siendo tomo
tu identidad y en ella reconozco
tu ser en plano de igualdad, conozco
tu ser y estar como estampa de tu yo.
Sólo el reconocimiento en igualdad
puede proporcionar a la humanidad,
la honestidad de lo uno y lo múltiple.
El oficio de vivir pide unidad
cuya imprimación de espacio es soledad,
forja del yo uno y plural, incluso el nos.
Jcb