A ti que habitas entre sus estrofas
Sus ojos declaran su vida interior,
dulce, atenta e inteligencia natural,
sin artificios, goza de una plural
capacidad de acción en vida exterior.
Nada cuestiona, carece de ulterior
razón, vive sin sombras, su escultural
ser y hacer es de suficiencia coral,
de verbo fluido y directo, superior.
La forja de su ser y estar radica
en el Olimpo de los Dioses, lugar
donde habita la verdad y honestidad.
En los tiempos y espacios se sindica
su nobleza y verdad, gente no vulgar,
sin subyugar, su conducta es anidad.
© Jcb