viernes, 18 de octubre de 2019

0018




Yo quisiera que cada día que nace,
fuere mejor que el anterior,
mas se que ello no siempre puede ser,
surgen razones, individuales y colectivas,
que se oponen a tal desiderátum.
Aún así, es perentorio
que en todo tiempo y lugar, brillen las flores.
Es menester que la luz ilumine a las gentes,
y que la paz sea un hecho constante en sus vidas.
Que el trabajo no falte a nadie,
que la salud, sin solución de continuidad,
sea un hecho perenne de la vida humana.
Que la instrucción pública de cero a treinta años
sea un derecho irrenunciable, para que la formación,
sea indubitable el resto de sus días.
Que las gentes todas, cualquiera que sea su ocupación,
sostenga su vida individual y colectiva.
Que el civismo ético, sin menoscabo alguno,
sea un hecho fehaciente todos los días de la vida de las gentes,
ya en lo individual como colectivamente.
Que con cada mañana nazcan centenares de flores
que embellezcan la luz de cada día y,
con ello, las gentes sean felices y,
generen felicidad en todo su rededor.

© Jcb