Deambulando
transito los caminos
que
la vida ha puesto ante mi marcha,
ella
está preñada de razones, mecha
de
acción-reflexión, razón de apeninos.
Arriendo
la vida con inquilinos,
que
modelan cada día la escarcha
que
se proyecta, quien de noche empacha
los
prados de mis sueños cervantinos.
Mi
deambular de paso quedo, es nueva
andadura
que macera la gallardía
de
cada día, quien se aferra en acuidad.
La
marcha de la vida crea longeva
prudencia
del intelecto, vanguardia
del
recto hacer, causa de veracidad.
©
Jcb