Los
murmullos hacen soñar y olvidar,
nos
arrastran por ríos melancólicos,
rompen
los tiempos y los espacios,
crean
dudas emponzoñando el anidar.
El
murmullo interior obliga a atildar
la
zozobra personal, artificios
que
se deben superar, armisticios
para
ganar el yo y la razón blindar.
Todo
runrún genera ecos de vacíos,
carencias
de la higiene personal,
por
vicios que ahogan la virtud del ser.
Blindar
la personalidad son calcios
para
la salud individual, canal
que
vehicula la integridad de ser.
©
Jcb