Presta
atención, no todas las cosas,
son
verdad, ni arrojan luz de precisión,
la
mentira y la falsedad, son razón
de
egos mordaces y mentes obtusas.
Para
liberarte de mentes confusas,
que
de común son lacerantes, tu acción
sea
prudencia y juicio, tu reflexión,
con
frialdad, balanza en esclusas.
Tal
brebaje demanda vigía, pulso,
ponderación
de hechos y circunstancias;
todo
juicio exige su sosiego.
La
prudencia es un valor no convulso,
donde
el paseo de las acacias,
es
balanza en el uso de la razón.
©
Jcb