No
hay armonía sin el reposo
necesario,
su ausencia nos supera,
cuando
hay eclipse de paz, acera
por
donde transita nuestro calloso
ser,
saturado de urgencia, que brioso
será
si une armonía a la vera
de
su acción, su voz sería certera
melodía
de interlocutor modoso.
Buscar
la aquiescencia de tu ser,
es
remover cielo y tierra para
asegurar,
tras reflexión, tu luz.
Sólo
por la razón podrás abastecer
tu
necesario equilibrio interior,
henchido
de humildad, verdad y vida.
©
Jcb