Con
el alba del día llega toda la
luz,
la primera luz que ilumina tu
ser,
con ella debes construir canesú
para
ver la estrella más céfala.
Acicalada
la mañana, abrirla
quieres,
abrazarla con el ímpetu
que
exige el instante, espíritu
vivo
del ser que vive la vida rala.
Librar
el día con esa luz del alba,
es
ganar el soplo de la noche, cual
libación
de los licores de la vida.
Libar
los jugos de la cuatralba
vida,
es vivirla, hacer contractual
el
hecho de sentir su complacencia.
©
Jcb