Son
fragancias de la razón las que dan
los
límites de la reflexión, donde
el
buen juicio construye el molde
nominal
de persona, allí anidan
los
valores que tras cociones crean
la
personalidad que cada día blande
el
individuo, los trasiegos que anude
darán
el ser y estar de todo deán.
Es
educación, instrucción y cultura
el
patrón de todas las fragancias
de
la persona, ellas dan medida
del
ser individual de cada criatura,
lo
que es fruto social de culturas,
que
se conforman con educación.
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Jcb