Sólo
las águilas se enseñorean
de
sus dominios, sus vuelos son de
reconocimiento
y logros, cual molde
de
voluntad, visión y reflexión; dan
acecho
y con sus actos, generan
el
examen de los espacios donde
dar
satisfacción a su sustento, que
con
rectitud y diligencia ganan
los
gozos del desafío de la vida,
donde
el recto hacer proporciona
la
recompensa y gloria del vivir.
Vivir,
es vivenciar con diligencia,
honor,
justicia y belleza, la ciencia
de
la vivencia es certeza en su fluir.
©
Jcb