martes, 25 de abril de 2017

XXXV






Sólo las águilas se enseñorean
de sus dominios, sus vuelos son de
reconocimiento y logros, cual molde
de voluntad, visión y reflexión; dan
acecho y con sus actos, generan
el examen de los espacios donde
dar satisfacción a su sustento, que
con rectitud y diligencia ganan
los gozos del desafío de la vida,
donde el recto hacer proporciona
la recompensa y gloria del vivir.
Vivir, es vivenciar con diligencia,
honor, justicia y belleza, la ciencia
de la vivencia es certeza en su fluir.


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