A María Dolores Cerezo Montolio
I
Me gusta la gente sencilla, normal,
sin engollamientos, altanería,
ni hojarasca, desperdiciaría.
Sea ingeniero doctor o peón diezmal.
Busca, lucha como el mejor chamal,
cualquiera que sea su albardería,
profesión, oficio, alcucería,
agricultor o barbero decimal.
Me gusta la gente sencilla, normal.
Que cada cual por tratable, ocupe
el puesto por su libre concurrencia.
Sin alharacas, fanfarria bautismal,
hipocresía ni doble zurrón, dé
siempre sus logros con ciencia y honor.
II
Me gusta la gente sencilla, normal,
que desempeña, defiende pulcritud,
honestidad, observación, aptitud,
perfección del diario cosechar formal.
Cual honor la diaria labor lagrimal,
sin alcahuetería, su celsitud
es actividad, coraje, gratitud,
que brilla con personal valor firmal.
Me gusta la gente sencilla, normal,
que en su actividad real, permanente
o temporal, lucha, traba perfección.
Jamás olvida su origen y razón,
siembra, labra para ganar su norte,
respeto, recato, interlocución.
© Jcb