I
Llena todos tus años de vida, ello
te hará bien, conformará tu cuadro,
el marco de tu conducta, cuan meandro
de tu hacer, hipocentro, centello
de tu ser más singular, sobresello
de los caminos de tu vida, cedro
con el que pulirás tu yo, cilindro
de pluralidad a cultivar, sello
de cada cual, por ser lo sublime de
dar en heredad. Es tu finitud en
el interior de tu infinitud, el ser
moldearás a fin de buscar alcalde
de tu ser, lo singular, mejor orden
de grandeza y plenitud de tu ser.
II
Transcendencia y superación del yo,
a lo largo de la historia, todo
humano la buscó. El acomodo
de posibilidades contribuyó,
conforme a las circunstancias, afluyó
del plural al yo. Poder no omnímodo,
acrecentó la búsqueda del yodo,
superación de lo finito, apoyo
de hechos que transcienden del poder; es
limitado, todo supera al cuerpo
y al yo. La verdad supera a razón.
Todo aventaja al individuo, acates
manada, otro tanto es, daguerrotipo
o no, todo es limite del corazón.
III
Con singularidad, en plural, vida
construirás, a las fuentes acudirás,
en sociedad la vida individual, ras
defenderás de toda aquella ácida
acción que se oponga por la acogida
de la vida en pasión, verdad abarás,
no por otra razón cual que abordarás
la sinuosa escalera de la vida,
cualesquiera que sean sus dos peldaños.
Vida/pasión, verdad/razón; de acento
preñan de reflexión por justo deber.
Armonía de paz humana, de años
sin limitación, firme paso, exacto
hacer; no olvidar, hijos deben caber.