Bajo la sombra del olivo
quedo pegado a su raíz,
desde donde transito,
hacia su extensa y saludable vida;
la que sin distinción alguna,
a todos acoge y alimenta.
© Jcb
Bajo la sombra del olivo
quedo pegado a su raíz,
desde donde transito,
hacia su extensa y saludable vida;
la que sin distinción alguna,
a todos acoge y alimenta.
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Gátova nace por voluntad de sus
moradores, a los pies de la sierra
Calderona, lugar de embrujo y espera,
donde asiento toma la vida in lapsus.
Laboran las gentes del lugar la humus
que ennoblecida es por su gran bizarra,
todo honor de su hábito cabecera
como personación de vida en cursus.
En lontananza se adivina humano
asentamiento, en trazado irregular
según tiempos del arado y capacidad.
Por dignidad, cuidado el altozano
está, y en sus calles viven para acolar
el bien del vecino en signo de hermandad.
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In Memoriam
Cierto es que hoy ha salido el sol
el que se ha entristecido con la llegada
de la noticia de tu marcha al “Oriente Eterno”
No por tal noticia estamos enjaulados, pero sí desolados.
En tu amada Cullera te has marchado con la puesta de sol,
fenómeno por ti fotografiado, tanto como su salida.
De estado has mudado y para siempre nuestro afecto
te has llevado, es nuestra postración, ya que tú has marchado.
Nos quedamos con tu sonrisa y bonhomía
por ser herramientas honorables
para caminar por la vida construyendo sociedad
cosa que sólo hacen las gentes nobles.
Mi silencio y soledad se han ensanchado
ya que al saber de tu ausencia,
el cielo se ha nublado,
pues tu no presencia nos ha demudado.
Tu estrella, nos traerá a las aulas tu sonrisa,
alegría y buen humor, lo que será guía de nuestro estar
en aula con tu ausencia.
Tus atributos son un gran carruaje de vida para todos.
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Todo estaba preparado, el día era animado,
pero llegó el agua menguante y la estructura se vino a bajo.
El xic de Cullera no compareció,
ya nada será igual, no volverá a unir.
Su armonía ha quedado rota.
Siempre serás recordado.
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Hemos admitir que el empresario “Dios”,
no parece tenga bien codificadas las normas,
de sus operarios en acción: tras el “adiós” de despedida,
en derechos y obligaciones,
olvidan de los encargos recibidos.
Sean escritos o verbales, mandamientos son,
que su empresario “Dios”, dicen que les presento y,
su cumplimiento encargó.
Al no pedir resultados,
los incumplimientos son su diaria comunión.
Tal es que hablan y actúan en manada,
logrando con artes mundanas,
entre cantos y rezos, acopios legos.
Su palabra y acción son abalorios mundanos,
lejos de la ajustada interpretación de los
mandatos que su empresario “Dios” les codificó.
Hacen lectura e interpretación de cada lección,
que ellos mismos por dan abortada,
cual emisarios de cada jornada.
Sus adagios, en cada amanecida y puesta de sol,
son un fracaso de aquella delegación de su “Dios”.
Viven del sudor ajeno, explotando al vecino
que obra de buena fe, cuyo razonamiento no se ve.
Como organización, son gentes de rapiña,
negreros en toda amanecida y puesta de sol.
Si se juntan todos sus crímenes, no se vería la luz del sol.
Como individuos, los hay con quienes
se podía tomar vinos y departir de los colores
del día y de la noche y hasta de los brillos de su “Dios”.
Como miembros de género humano, hay de todo,
inclusive hasta los que niegan todo mandato de su “Dios”.
De la civil sociedad,
obligados están a observar toda disposición
de justa Constitución,
sin quitar ni alterar un gramo de su verdad,
así, ajustándose a la legalidad,
vínculo tienen con lo lego en justa comunidad,
cosa que incumplen con paramento sacral.
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A Ana Escribano
In Memoriam
Admitiendo tu existencia histórica,
probado que fuistes un tipo raro,
alguien que no entraba por el cántaro
del canon dado con vida anémica.
Entre columnas tu voz más critica
alzaste para tachar al pícaro,
ahí dictaron fallo los del aro
cuyo capisayo era falsa árnica.
Como trabajador manual, el tablón
supiste labrar y línea trazar,
cuya rectitud no supieron leer.
Los doctos del tiempo y lugar su filón,
como hoy, no podían perder, y, calzar
las armas era su mejor menester.
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Hoy ya, lo tuyo es bandera arriada.
Así pues, con tales presupuestos,
debes organizarte la vida.
Ya pasaron todos los trenes,
los barcos se marcharon a otros mares;
tu vida tiene otros rumbos, ahora ya
tu navegación exige destreza,
Vigía en constante zozobra,
tu vigencia es la torre vigilante.
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