Gátova nace por voluntad de sus
moradores, a los pies de la sierra
Calderona, lugar de embrujo y espera,
donde asiento toma la vida in lapsus.
Laboran las gentes del lugar la humus
que ennoblecida es por su gran bizarra,
todo honor de su hábito cabecera
como personación de vida en cursus.
En lontananza se adivina humano
asentamiento, en trazado irregular
según tiempos del arado y capacidad.
Por dignidad, cuidado el altozano
está, y en sus calles viven para acolar
el bien del vecino en signo de hermandad.
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