Mis amigos son dolientes,
son consecuentes, amantes
y amorosos, moscas
cojoneras y armoniosos.
Son tolerantes y generosos,
humanos y ambiciosos.
Practican credos y no credos,
son agnósticos, creyentes y ateos.
Lo más importante es que,
con normalidad, le dan al “coco”.
Practican la fraternidad,
admiten los límites de la humanidad,
luchan contra la adversidad.
No toleran la mentira, la injusticia y la falsedad.
Practican la defensa de la familia y la amistad.
Mis amigos no tienen fronteras,
ellos son la humanidad,
la naturaleza en toda claridad.
En política, practican la diversidad,
quieren la verdad, la justicia y
el pan ganado en libre concurrencia
con sanidad mental plural.
Mis amigos son amantes de la paz,
enemigos de las guerras, la mentira,
el soborno y la deslealtad.
Se oponen a las cloacas de la humanidad,
combaten para que cada cual ocupe
el lugar que le corresponde,
por mor de su esfuerzo y capacidad,
se oponen a la corrupción,
cualquiera que sea su razón,
no hay componendas para la verdad,
justicia, cordura y honestidad.
Mis amigos en el momento de la representación política,
quieren que cada cual ocupe su lugar,
conforme a libre concurrencia,
méritos, sapiencias, honradez e imparcialidad
a la hora de decisión tomar, con todo seso.
A mis amigos los quiero como poco, a cada un@ por tal.
© Jcb, 07/2013