A Fernando Martínez Castellano
Tú que te presentas a regidor,
no olvides la razón, causa y servicio
al terrenal dios con honor propicio,
cuyo artificio atiza el bastidor.
Eres legislador, corregidor,
cuya emoción es ética de oficio,
maduración del más vivo ejercicio,
comunal de vida y fiel muñidor.
Ciudadanía es juicio, sueño y honor,
dedicación con decencia y respeto,
al total de preceptos y oponentes.
Sólo el civismo aguanta pundonor,
observancia de vida sin aprieto,
cuya reflexión son actos confluentes.
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