Esas lecciones que la historia humana
da, son la injusta humanidad cainita,
tal que lo cahuín vive nihilista,
sin otro tránsito que el yo que emana.
El nihilismo niega y se alquitrana
al día y su mañana, cohabita
por negación sin honor, le deleita
su no, único valor sobre campana.
Nihilismo es negación sin más razón,
cainismo es la animosidad de vida,
por la ausencia de tribu que sustente.
Nihilismo es cainismo en destrabazón
de la maduración más afligida,
sin conducta ética por ente ausente.
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